Menopausia, no sólo cuestión de la especie humana
Según la RAE la menopausia es aquel periodo en el que, de forma natural, la mujer cesa de menstruar, o lo que es lo mismo, sus ovarios dejan de producir óvulos. En dicha etapa, que suele manifestarse entre los 45 y 65 años, hay un desajuste hormonal que puede desembocar en algunos síntomas como mareos y problemas de huesos (osteoporosis) ente otros.
Pero, ¿la menopausia es exclusiva de la especie humana? No, para nada, y es que actualmente se conocen dos especies más cuyas hembras experimentan la menopausia, éstas son: el calderón (Globicephala macrorhynchus) y la orca (Orcinus orca).
Orca (Orcinus orca)
¿Qué tenemos en común con estos mamíferos acuáticos para compartir una etapa tan curiosa? ¿Y por qué la naturaleza cesa el período fértil "tan pronto" cuando en estas tres especies la esperanza de vida es longeva? Científicos de la Universidad de Exeter, Inglaterra, han arrojado algo de luz e hipotetizan sobre ello en el artículo "Reproductive Conflict and the Evolution of Menopause in Killer Whales" (Conflicto reproductivo y la evolución de la menopausia en orcas) tras haber tenido la oportunidad de estudiar a un grupo de estos cetáceos. Dicho artículo fue publicado recientemente en Current Biology con acceso libre.
Aunque en el estudio se define la menopausia como "un rompecabezas evolutivo" parece que los científicos han encontrado respuestas plausibles a ello. La "solución" parte de la "Hipótesis del conflicto reproductivo", según esta idea, debido a la estructura social de las orcas (similar también al del calderón y a la de la especie humana) donde los hijos, independientemente de su sexo, permanecen con los progenitores. Esto tiene como consecuencia el hecho de que en cada nueva generación las crías están más relacionadas o emparentadas con las hembras, así se aseguran su descendencia por lo que a las orcas mayores les sale "más rentable" no coincidir con sus hijas en los períodos reproductivos y destinar recursos al cuidado de las nietas (y proteger así su herencia genética) que seguir teniendo hijos propios. Además parece ser que la mortalidad de los hijos es un 1,7 mayor en orcas mayores respecto a las jóvenes. Los datos se han obtenido con censos fotográficos de dos grupos de orcas durante 43 años (1973-2016). Las orcas eran identificadas individualmente gracias al patrón único de sus manchas u otras marcas, también fueron clasificadas según el sexo usando pigmentación distintiva en la zona genital.
-Artículo mencionado:
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